EL HOLLYWOOD QUE NO CONOCES

sábado, 4 de abril de 2015

CINE MEXICANO XI

México fue el primer país americano en conocer el cine. Porfirio Díaz, que a pesar de su mala fama era un gran curioso y fomentador del arte y las ciencias, invitó a los hermanos Lumiere para que presentaran ante él su novedoso invento. Sin embargo no fue hasta unas décadas después que se adentró el país en la industria del cine. Santa, de 1931 fue la primera película sonora filmada en México, dirigida por Antonio Moreno y basada en la novela homónima de Federico Gamboa.

    Cuando en México se empezó a hacer cine formalmente, con el nacimiento de los estudios México Films y los estudios Azteca Films por allá de 1933, ya pasaban en el país y en el mundo muchas cosas. A nivel mundial se vivía una crisis económica y social sin igual, el mundo estaba envuelto en guerras y vivía a la expectativa. En México, sucedían cambios rápidos y extraños, la sociedad había salido de la elegancia del porfiriato para dar paso al indigenismo y de vuelta a la urbanización de las artes en los años 30.
    La sociedad estaba dividida, la clase alta en sus grandes casonas de la colonia Roma con su servidumbre; la clase baja, marginada, olvidada y pisoteada en oscuras vecindades de calles sin nombre; o bien, en pueblos de provincia, alejados del avance de las grandes ciudades.
    El cine mexicano retrató cada una de estas realidades, exaltándolas, maquillándolas, transformándolas incluso en caricaturas. Surgió el papel del pobre pero bueno y honrado, del rico malvado y abusivo, de la indígena que termina de fichera en la viciada ciudad.
    Si bien hubo géneros que no fueron los que mejor se dieron, como el terror; los melodramas y las comedias fueron un hit. Surgieron personajes de la talla de Cantinflas, Tin tan, Pedro Infante, Jorge Negrete, María Félix y Dolores del Río, íconos del cine cuyos nombres resuenan hasta hoy.
    Se consideran varios parámetros para consolidar las fechas y la duración de la llamada “época de oro del cine mexicano”, pero para no ahondar en tales problemas, consideraremos que va de 1933, año en que se fundan los estudios fílmicos ya mencionados, a 1957, con la muerte trágica del ídolo del pueblo: Pedro Infante.
    Más adelante los temas y géneros fueron haciéndose variados, la comedia, el drama, la tragicomedia, las rumberas, incluso el terror y el western fueron explotados por la, para entonces ya decadente, industria cinematográfica mexicana; sin olvidar el clásico cine de luchadores (¿quién podría olvidar joyas del cine como Santo contra las momias (1972), o Santo contra las mujeres vampiro (1962)?).
    Para los años 60 el cine vivió un declive, las compañías productoras decidieron abaratar los costos de producción de las películas, dando lugar a los llamados “churros”, películas de bajo costo y de mala calidad en general que resultaron en otro tipo de personajes y de guiones que hicieron que se perdiera ese público que antes ahorraba para ir al cine, cayendo así en una decadencia del cine mexicano que duraría muchos años.
























































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