EL HOLLYWOOD QUE NO CONOCES

sábado, 4 de abril de 2015

CINE WESTERN IX

El western es, sin lugar a dudas, el género clásico americano por excelencia y su marco histórico se sitúa en el Oeste Norteamericano del siglo XIX, con todas las connotaciones humanas, sociales y políticas de la época. Como género, su esplendor se ha mantenido a lo largo de la Edad de Oro del cine, pero su prominencia como tal ha decaído desde fines de la década de los ’70, si bien ha logrado en la década de los ’90 un reconocido, pero fugaz resurgir. El Western es el género que probablemente mejor defina a la industria cinematográfica de los Estados Unidos y con nostalgia se adentra en los años de expansión de la civilización por sobre las fronteras de los nativos en la conquista del territorio virgen. Las películas de este género se desarrollan en los estados del Oste norteamericano durante el periodo que abarca desde el comienzo de la Guerra Civil en 1860 hasta el final de las llamadas Guerras Indias en 1890, sin embargo, este periodo cronológico presenta sus alternativas. Algunos westerns incorporan la Guerra Civil, un conflicto esencialmente ligado al este del Río Mississippi, e incluso han cruzado la frontera norteamericana, frecuentemente en México.

El denominador común popular de las películas del oeste es un personaje central de características nómades o errantes similar a los caballeros de los antiguos cuentos y poesías europeas enfrentando villanos, rescatando mujeres en peligro y transgrediendo las normas de las estructuras de la sociedad sin traicionar su honor, bajo la figura de un vaquero o un pistolero cuya caracterización incluye una vestimenta típica, su revolver y su fiel compañero el caballo, figura que llega a adquirir dimensiones importantes para la historia narrada. El western toma estos elementos y los usa para contar cuentos morales ambientadas en el escenario del oeste, muchas veces un paisaje desértico, salvaje y desolador con sus ranchos y fuertes en medio de la nada y otras tantas veces en la típica descripción del pueblo del oeste: el almacén local, las vías del tren en cuyos vagones albergara persecuciones, un banco que será atracado, la cantina de bebidas, juegos de azar, música autóctona y prostitutas, frecuente escenario de peleas y tiroteos entre los fuera de la ley y finalmente la celda del alguacil que albergara a los malhechores. Como genero el western es polifacético y contiene varios subgéneros con films que se ambientan en las Guerras Indias, la Guerra Civil y las Guerras Mexicanas. De todas maneras, es usual que el western retrate la conquista de la civilización por sobre la barbarie y la subordinación de la naturaleza o lo nativo o la confiscación de territorios sobre derechos a los habitantes originales de los mismos.
El western escenifica una sociedad organizada en base a códigos de honor, ya sea en familia o en soledad, más que al apego de la ley en si. En las películas estas temáticas están contrapuestas y el avance de la civilización es inevitable.
Los primeros westerns eran filmados en estudios, al igual que otras películas de Hollywood, pero cuando la filmación en exteriores se hizo mas común, los productores utilizaron locaciones aisladas en el Oeste en lugares como California, Utah, Arizona, Nevada, Texas, Kansas y Colorado haciendo del paisaje no solo un factor mas vivido y evidenciable, sino al punto de convertirse en un factor fundamental del film. Como arquetípicos personajes vaqueros y pistoleros juegan un rol fundamental en las películas de westerns. En sus frecuentes batallas contra los nativos americanos, estos últimos son retratados como villanos y deshonestos, si bien el western revisionista les otorga un lugar alejado de dicho estereotipo y les da un tratamiento mas comprensivo de su accionar.
El genero western encuentra sus raíz iniciática en el film Asalto y Robo al Tren (The Great Train Robbery) que Edwin Porter rodara en 1903, época del cine mudo, haciendo populares a estrellas interpretativas como Broncho Billy Anderson y Williams S. Hart. Cineastas como David Wark Griffith con La Masacre (The Massacre, 1909) y una gran cantidad de cortos dieron vida al género. Durante la etapa del cine mudo John Ford plasmaría en El Caballo de Hierro (The Iron horse, 1924), un estilo entre romántico y épico que sentaría la estética que caracterizaría al western clásico que popularizaría con su obra cumbre La Diligencia (Stagecoach, 1939) luego de muchos años de filmar westerns de clase B. La Diligencia fue un punto de inflexión donde personajes y situaciones cobraban mas peso y encontraban su densitud moral. Ese mismo año Cecil B. De Mille filmaría de forma espectacular la construcción de una ferroviaria en Union Pacific (1939). Los cimientos del género estaban poco a poco consolidándose y la época de esplendor no tardaría en llegar.






























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