Seguramente no hay género cinematográfico más genuino, pues no es tributario
del teatro, la literatura o la música, como lo son otros géneros. El Western es cine en estado
puro, y los
esquemas y guiones que sirvieron para cimentar los clásicos del
género sirven hoy para películas de acción, aventuras o ciencia ficción. Más de
un crítico dijo que "La guerra de las galaxias" era una cinta
del oeste ambientada en
el espacio. ¿Es que acaso "Matrix" no sigue el hilo argumental de un western?
Cierto es que los diálogos lacónicos, los paisajes áridos de grandes dimensiones, las estampidas de ganado, y otros elementos visuales del género (el saloon, los caballos, las diligencias, incluso los sombreros ) están ya en desuso y apenas se producen westerns (títulos relevantes como "Sin perdón" más parecen homenajes al género que intentos serios de revivirlo).
Profundamente ligado al cine épico, las grandes gestas, los héroes solitarios, las gloriosas batallas, el cine del Oeste fue evolucionando desde sus comienzos, y los presupuestos crecieron (películas como "El Alamo" o "La conquista del Oeste" nada tienen que ver con las modestas producciones de los años 30 y 40) y los argumentos también fueron variando según la perspectiva histórica.
Los indios pasaron a ser personajes dignos y honorables ( "Un hombre llamado caballo", "Bailando con lobos" ), no los malignos salvajes de películas más antiguas; los protagonistas pasaron a tener más ambiguedad moral (los habituales personajes de Clint Eastwood, Lee Van Cleef...), los efectos especiales en los tiroteos y las peleas, las bandas sonoras, etc.
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